sábado, 29 de noviembre de 2014

Madame Butterfly


Madame Butterfly


Madame Butterfly es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Guiseppe Giacosa y Luigi Illica basada en la obra de David Belasco de 1900 Madame Butterfly de un relato de John Luther Long.

El estreno de esta obra fue el 17 de Febrero de 1904 en La Scala de Milán, Italia. Cabe decir que no fue un estreno exitoso como se esperaba, ya que hubo un desacuerdo generalizado por el contexto de esta obra que a continuación comentaré y porque también en un principio la obra sólo constaba de dos actos, hecho que no gustó al público. No obstante, tres meses después, se volvió a estrenar en Brescia, con ciertos cambios, como fueron por ejemplo, partir el segundo acto en dos convirtiendo esta obra en una ópera en tres actos. Esta vez obtuvo el éxito que se merecía.

Cartel italiano del estreno en 1904 de la ópera de Puccini Madama Butterfly



Esta ópera lírica, dada su influencia histórica en los hechos ocurridos en Nagasaki, Japón, en el año 1980, provocó una nueva mirada de Occidente a Japón. 
Por aquél entonces, los EE.UU tenían la intención de acabar con el aislamiento de Japón desde 1954. Esto produjo, a su vez, que la vida pública de dicho país fuese adquiriendo cada vez más costumbres occidentales y que las visitas de la Marina Norteamericana fueran frecuentes en los puertos japoneses, sobre todo en el puerto de Nagasaki donde se desarrolla toda la trama de la obra. No era imposible, entonces, ni tampoco extraño los romances entre geishas y oficiales de la Marina

Así pues, esta obra nos narra la historia entre una jovencísima geisha (sólo tiene 15 años) Madame Butterfly y un teniente de la Marina Norteamericana, Pinkerton.

La ópera mezcla la tragedia típica de la ópera de aquella época con la crueldad que suponía el ser geisha, el dominio y los tratos matrimoniales. Abarca temas cómo el deseo, la inocencia, el arrepentimiento y el dolor (éste último se verá representado por el hijo de ambos).

Los papeles principales en esta ópera son:

  • Cio-Cio-San (Madame Butterfly) interpretada por una soprano en el papel de Geisha.
  • Suzuki mezzosoprano en el papel de Sirvienta de Cio-Cio-San.
  • BF Pinkerton tenor en el papel de Teniente de la Marina norteamericana.
  • Sharpless barítono en el papel de Cónsul norteamericano.
  • Kate Pinkerton mezzosoprano en el papel de esposa norteamericana de Pinkerton.
  • Goro tenor en el papel de agente matrimonial.
Escena última en la que Madame Butterfly se dispone a hacerse el haraquiri tras el abandono de su amado Teniente Pinkerton




Sinopsis

Acto I

En la escena se encuentran Goro, un agente matrimonial y Pinkerton, un teniente de la marina norteamericana hablando sobre la nueva casa que el americano ha comprado en Nagasaki frente al puerto. Goro presenta a Suzuki, la criada de su futura esposa. La llegada del cónsul Sharpless inicia una conversación donde se manifiestan las pretenciosas intenciones del teniente al confesarle que su matrimonio con la Geisha sólo será algo temporal hasta encontrar una 'verdadera esposa americana'.
En este primer acto se describe la personalidad trivial del teniente al presumir de tener un amor en cada puerto.
Aparece Cio-Cio-San (Madame Butterfly) quien confiesa su edad y la razón que le hizo convertirse en Geisha. 
El amor que siente Madame Butterfly hacia el teniente Pinkerton queda fehaciente en el maravilloso dúo que interpretan ambos y que queda reflejado en la preciosa aria 'Hieri son salita...io seguo il mio destino' en el que Madame Butterfly dice haberse convertido a la religión que él confiesa.
Es el momento de la boda y mientras sus parientes se reúnen para la celebración, Butterfly muestra a Pinkerton la daga que su padre utilizó para hacerse el haraquiri. Después de casarse, el tío de Butterfly, un sacerdote budista, la reprende por hacerse cristiana.

Acto II

Ya han pasado tres años y nada se sabe de Pinkerton. La ruina acecha en casa de Madame Butterfly pero ella está convencida de que volverá, incluso imagina como será en esta aria 'un bel di vedremo'.


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Aria 'un bel di vedremo'  interpretada por María Callas, en 1954.

Goro y Sharpless irrumpen en casa de la Geisha para ofrecerle un acaudalado pretendiente, el príncipe Yamadori, al que ella rechaza al estar enamorada de Pinkerton.
Sharpless, conmocionado, lee una carta de Pinkerton para Butterfly diciendole que quizá exista el dia en el que él no vuelva. Sharpless pregunta que haría si eso sucediera a lo que responde que volvería a ser Geisha o se moriría.
La sorpresa aparece cuando Madame Butterfly muestra a su hijo, hijo de ella y Pinkerton ante Sharpless y le ruega que le diga a Pinkerton que aquí le espera un hijo. Sharpless le pregunta el nombre del niño a lo que Butterfly responde 'Dolor' hasta que Pinkerton vuelva, que se llamará 'Alegría'.
Un disparo en el puerto anuncia la llegada de Pinkerton. Se desata la alegría en Butterfly.


Acto III

La misma noche de la llegada de Pinkerton, Madame Butterfly decide retirarse a sus aposentos debido a su agotamiento a la espera de su marido. Pinkerton y Sharpless se acercan a la casa y hablan con Suzuki. Suzuki ve a una mujer con él y se percata de que es 'aquella esposa americana' de Pinkerton, Kate. Suzuki esta desolada pero Pinkerton y Sharpless la convencen para que entregue a su hijo.
Hay una escena donde podemos ver el remordimiento y arrepentimiento de Pinkerton hacia Butterfly por haberle causado tanto dolor. Este sentimiento se ve reflejado en la aria 'Tre anni son passati, e noverati n'ha i giorni e l'ore'. 
Pinkerton finalmente se despide de la casa pero Butterfly sale en su búsqueda.
Butterfly se da cuenta de que Kate es ahora su esposa y acepta dar a su hijo. Mientras Suzuki va a buscar a su hijo, Madame Butterfly coje la daga de su padre y se hace el haraquiri. Este es el trágico momento final de Butterfly donde ella interpreta su última y excepcional aria 'Tu!Tu!Tu! Piccolo Iddio!' en la que se despide de su hijo. Este estremecedor final termina con la bajada de telón dónde Pinkerton se ve apesadumbrado y arrodillado ante ella.


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Aria 'Tu!Tu!Tu! Piccolo Iddio!' interpretada por María Callas en 1962 en Berlín




En efecto, esta magnífica ópera de inicios del siglo XX nos aporta distintos sentimientos que aún en la actualidad permanecen. La idea de un amor paciente, desgarrador, idealista, obstinado e irreal aún nos pertenece. No sólo la percepción de alguien que se enamora de forma unilateral, efecto invisible a los propios ojos, sino, desde el lado contrario, aquél 'no saber a qué enfrentarse' y usar todo aquello para autorealizarse como es el caso del teniente Pinkerton. Nos narra la misma historia que muchos viven y que muchos padecen. Es un enfrentamiento caótico entre el amor y el desengaño llevado al último extremo y cómo creamos expectativas de un modo tan distinto entre las parejas. El amor para poder sobrevivir o la esperanza de que este perdure.

Sin embargo, cualquiera que vea esta ópera se sentirá identificado con la protagonista, con lo que siente y con lo que padece. Puccini creó el personaje y con él su amor, su dolor, su obstinación y su condición. Cuando vemos esta obra y a medida que avanza, nos damos cuenta de las repercusiones que los actos ególatras producen sobre la protagonista y cómo esto nos lleva a un final fatal debido a su inmenso desengaño, a su profundo dolor. 






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